sábado, 30 de mayo de 2009

Ocurre

"Ki mint él, úgy itél".

Eran las primeras palabras que me venían a la cabeza (después del correspondiente impulso homicida) al saber de una noticia en que un sacerdote, cuando le preguntaban por los orfanatos escoceses en los que durante más de treinta años se han dado actividades pederastas, respondía algo como que "eso son pecados menores comparados con el aborto, en el cual se está segando la vida de una persona".

Ésta frase, en húngaro, raíces mías en las que no suelo ahondar, es un refrán que dice algo como "juzgas en favor de quién eres". Una interesante versión del "dime con quién andas..."

Tengo el blog dejado, pero cuando he sabido de ésta espeluznante declaración sólo podía pensar en lo enfermos que están algunos y lo poco que a mí me importa, porque con todo desearía que se pudrieran como más les doliera. ¿Cómo se puede "degradar" la violación a una criatura indefensa como pecado? ¿Cómo puede alguien dormir tras hacer algo así...? Sé que ésto ocurre, que sucede, pero sigo y seguiré sin entender por qué.

Pensé también en la obra de un pintor, dibujante, dramaturgo y fotógrafo verdaderamente turbador, que en cierta ocasión hizo una exposición que debería haber dejado a los vecinos Waterford, Irlanda (localidad que tuvo el honor de ser elegida para dicha exposición) con la cara llena de lágrimas. La exposición se llamaba "The Last Child" ("El último niño") y en ella se exponían copias de lienzos (entre ellos y destacando) de la serie "El murmurar de los inocentes".

Aquí os invito a que veáis el trabajo (gratuito, gigantesco) de éste controvertido artista, mal nombrado por haber hecho algunos trabajos para el llamado "Anticristo" de nuestra era, Marilyn Manson: Gottfried Helnwein, padre de dos hijos y colaborador visceral en ONGs contra los malos tratos, el hambre y el abuso a menores. Su trabajo desentraña lo que una persona normal teme ver, no es una obra que exponga algo agradable, sino que, de forma precisa, nos narra el asesinato de la pureza. Un trabajo que logra acongojar si o si a las mentes sanas.

En cuanto a mis impresiones sobre las declaraciones... En fin, demasiado cabreada para exponerlas de forma "elegante".


("El murmurar de los inocentes, XII",
de la exposición "The Last Child" en Waterford, Irlanda.
Por Helnwein.)

3 comentarios:

Arlequin dijo...

ooo que fuerte esa imagen XD..

tanto tiempo que no pasaba por aca....
como has estado....
bueno a ver si ahora que tengo mas tiempo paso mas seguido por aca... bye

Ѕilυiα dijo...

Hola Lurei,
Que mal cuerpo te dejan esas fotografías por dios...

Respecto a lo de los curas pederastas de Irlanda, ¿qué más se puede añadir? es una vergüenza lo que hicieron y que nadie haya pagado por ello... habría que exponer públicamente sus caras, en vez de dejarlos en el anonimato y lo de las declaraciones comparándolo con el aborto, incomprensible...

Streal Endras dijo...

Es lógico que el número de creyentes decrezca cada año que pasa mientras que los pocos que siguen creyendo a pies juntillas en la Iglesia y lo que representa son cada vez mas radicales.
Es imposible defender una institución que defiende a criminales como el irlandés este. Simplemente porque es inmoral.

Y no añado mas. Porque es todo lo elegante que puedo llegar a ser ante semejante... degradación de la condición humana.

El artista es grande. En todos los sentidos. Me ha impactado, sobretodo, el tamaño de las obras, la gran cantidad de detalles y el nivel de perfeccionismo que llega a alcanzar. Increíble.