"El concierto va a ser épico y enorme".
~ Brian Molko, acerca de sus espectativas para el MTV Murcia Night 2009.
Lamentable el Murcia Night de la MTV.
Soy una persona fácil de contentar, se me haga pagar o no, cuando se trata de un concierto, pero ayer me fui con una expresión tan agriada en la cara que hasta aquellos con quienes soy más afable me comentaban que "daba miedo".
¿La razón? Muy sencilla...
Remontémonos unas tres semanas antes del evento, cuando alguien (no recuerdo quién exactamente) me dice que Placebo vienen a tocar a Cartagena con Amaral, y yo que no soy gran fan de Amaral (aunque alguna canción me gusta) abro los ojos como platos y se me pinta una sonrisa boba en la cara, casi temblando de ilusión ante la perspectiva de chillar "The Bitter End" en mi propia ciudad. Para colmo, me cuentan que es gratis. En un principio se me hace raro, increíble, pero empiezo a investigar un poco y doy con la noticia de que, efectivamente, la MTV ha creado una especie de "festival" llamado "Murcia Night", que promete celebrarse anualmente en distintas ciudades de la región.
Descubrí Placebo con la canción ya citada cuando tenía dieciséis añitos (ahora tengo 22) y desde entonces no creo que haya pasado un mes (como mucho dos) sin que me de por escuchar el Sleeping With Ghosts, que para mí que he sido "metalera" de toda la vida supuso una verdadera rotura de esquemas musicalmente.
Por esa época había abandonado toda esperanza de ir a un concierto de la banda, pero la espinita se quedó ahí, en el fondo.
Imaginad cómo pasé, entonces, ésta última semana. Volví a quedar con amigos con los que hacía tiempo no salía, hice algunos otros y me llevé a mi amiga Sandra (I, II) casi arrastrándola con un rotundo "¿no los conoces? ¡Te encantarán!".
Ahí estábamos finalmente, después de los días de aburrir a las piedras con el "Dios, estoy impaciente", el ponerme "¡¡PLACEBO, PLACEBO, PLACEBO!!" en el estado del Facebook y otras mil tonterías adolescentoides más. Sandra había llegado de Argentina dos días antes (para quedarse, ¡por fin!) pero arrastraba el cansancio de la mudanza y el jet-lag, Nees tenía fiebre, pero se tomaron sus botellitas de agua y una pastilla y no hubo queja por parte de ellas en toda la tarde.
Una hora antes de la apertura del recinto en la Cuesta del Batel, un enclave privilegiado de la ciudad dada su cercanía al puerto y el estar a la sombra las murallas que custodian la universidad.
Nada más entrar en principio Sandra y yo, me hacen dejar la EOS 450D en la consigna, porque sólo pueden entrar camaras pequeñitas. Nos quitan el tapón de las botellas (las de cristal las tiran directamente) y de ahí empieza la carrera por toda la cuesta hasta llegar al escenario. Corriendo literalmente.
Una hora más tarde de lo que se esperaba abrir el concierto, estamos en quinta fila y Dios, con todo el calor que hace estoy contenta, ¡quinta fila, y soy la más alta! además, Sandra se ha llevado su cámara pequeñita y podremos hacer fotos. Perfecto. Cuando ya ha bajado el sol y nos han repetido Dios sabe cuántas veces el trailer de Sex Drive en las pantallas gigantes, un tal Johann Wald sale al escenario ante el entusiasmo del público, deseoso de empezar con la velada. El tipo promete el cielo y parte del trono divino esa noche, poniéndonos delante a los Second, un grupo de Murcia que, admito una vez más a pesar de mis gustos musicales que nada tienen que ver con ese estilo, no estuvieron tan mal. Se oyó de todo acerca de ellos, pero bien podría ser que el problema fuera el que NO se les oía a ellos en las filas más atrasadas (quizás también las centrales) que poblaban la Cuesta.
Aún con todo, muchos tenemos claro a lo que venimos: Queremos ver Placebo, así que no gastamos muchas energías (salvo cuando aparecen los "Raining Man" entre el público, regándonos, que en un ambiente de 43º no viene nada mal y son recibidos casi como los reyes del evento).
Concluye el espectáculo de Second. Debería empezar Placebo, porque son las 22:00, pero se retrasan. No importa, al fin y al cabo todos los artistas suelen hacerlo.
En las primeras filas nos quedamos mirando hipnotizados el montaje del escenario. Una sonrisa viene a nuestras caras cuando vemos la batería con el "Welcome in Peace" pintado en ella. Media hora después, por fin, caminando desde el túnel vemos salir a los tres miembros de Placebo. Los ojos me hacen chiribitas, pienso que Brian Molko no ha cambiado en seis años, me gusta como lleva el pelo y me gusta cómo va vestido. Sonrisa de oreja a oreja, estallido, ovación general y saltos eufóricos nada más empezar los primeros acordes de Kitty Litter. En España y en Cartagena particularmente el nivel de inglés nunca ha sido digno de aplauso, pero la gente se sabe las canciones y se deja la voz coreándolas. Desde las primeras filas oímos bien el concierto, raro, pero bien. Al terminar la primera canción, Brian Molko se lleva las manos a las caderas y mira a un lado del escenario durante un discreto segundo, no quiere poner nervioso a su público, al cual se gira y con un español que ninguno esperábamos dice:
- Perdonad, estamos teniendo -cierra el índice y el pulgar sin llegar a tocarse entre ellos- poquito problema técnico.
Nos quedamos pacientemente esperando, mirándoles y comentando que qué curioso: ¡Molko sabe un poco de español! Habíamos oído Ashtray Heart (su "Corasón de senisero" jajaja) pero no terminábamos de creérnoslo, qué tontería. Magnífica interpretación, se meten al público en el bolsillo de nuevo volviendo con el "The end of the century..." de For what is Worth... Tiene otra vez a más de 25.000 personas saltando a pesar del mal sonido. Tocan hasta cuatro más después de ello, sin comentarios entre canciones, Molko parece nervioso, sus compañeros desesperados.
Mi vivencia personal se centra en "Sleeping with Ghosts". Para mí, con "The Bitter End", es LA canción de Placebo, además de tener cierto valor sentimental por su letra, tanto es así que, sin exagerar, se me olvidaba que tenía un auténtico gentío a mi alrededor y simplemente me dedicaba a escuchar la hipnótica canción mirando al escenario.
Pero a la sexta canción de la noche, Molko abre los brazos, harto, mirando de nuevo al mismo "punto problemático" del escenario. Camina hacia ese punto como una locomotora (con todo lo finito que es, daba miedo el aire de cabreo que llevaba). Regresa. Vuelve a moverse. Se cruza de brazos. No sabemos qué pasa, hasta que se acerca por última vez al micrófono y dice con un hilillo de voz:
- Lo sentimos. Tenemos problemas técnicos más grandes, nos vamos.
Abajo del escenario un murmullo crece indignado. Todos lo hemos oído pero tenemos la esperanza de no haberlo entendido bien. Unos nos preguntamos a otros:
- ¿Ha dicho "nos vamos"?
- Creo que sí.
- No lo sé.
- Han dicho "nos vamos", ¿no?
- ¿Qué pasa?
Y así sucesivamente, hasta que unos minutos después, aparece el tal Johann Wald y nos dice con ese aire postizo de la MTV de "todo va bien y os gustará lo que os demos" que no nos preocupemos, que "dentro de un momento la música volverá con Amaral y la noche será memorable", lo que provoca que todos los fans de Placebo frunzamos el ceño y sintamos ganas de gritar de todo y muy malo. Se llega a oír el "¡Fuera, fuera!", pero a diferencia del resto de blogs que he leído, yo dejaré constancia de que el grito general y más repetido fue un "¡Hijos de puta!". No participé en él, y no por falta de ganas, sino por pura estupefacción... Después de la hipnosis de "Sleeping with ghosts" mi cuerpo se estaba preparando para el subidón de "The Bitter End". Pero desde luego, el que hubo no era el "bitter end" que esperaba...
Al día siguiente, hoy, busco en internet qué diablos pasó. Solo encuentro quejas, y una actualización en la web oficial de Placebo:
"El show Murcia Night's MTV de Cartagena, España* no salió como todos esperaban.Estaremos esperando la compensación, porque va a ser difícil olvidarse de ésto.
En nuestros 15 años de carrera nunca hemos experimentado semejantes dificultades técnicas sobre un escenario. Intentamos rectificarlos tanto como pudimos y teníamos un experimentado y profesional equipo técnico que hizo lo mejor que supo para arreglarlo.
Desafortunadamente, ocurrió en la escena cuando ya era imposible de poner en la calidad de audiencia que el show necesitaba ahí, y la calidad televisiva que el mundo merece. (?)
Nos disculpamos profundamente ante todos los que viajaron para vernos y ante la MTV que puso un montón de trabajo duro y energía en hacer que se diera éste concierto, ¡no fue su culpa ni la vuestra! Nosotros y nuestro equipo siempre intentamos hacerlo lo mejor posible en los shows, y tristemente anoche no ocurrió. ¡Haremos lo posible para compensaros!
Con cariño, PLACEBO"
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